Todavía son pocos los estudios que se han hecho en las distintas regiones del mundo sobre los cambios que la generación del milenio empieza a producir en las sociedades. La forma de entender y aceptar las instituciones, de hacer cultura, de relacionarse, los hace muy diferentes a las generaciones previas. Los países con mayor influencia de Estados Unidos, pueden revisar investigaciones como la que acaba de divulgar el Pew Research Center, con hallazgos que sirven para proyectar lo que nos espera en el futuro con la generación que hoy se encuentra entre los 18 y los 33 años.

La primera gran sorpresa del estudio es que los milenarios son marcadamente liberales, muchos mas dispuestos a tolerar y convivir con las diferencias, con mínimos prejuicios morales y con otra actitud frente a las relaciones interpersonales. Por ejemplo, sólo el 26% se ha casado, en comparación con el 36% de la generación X, el 48% de los babyboomeres (la de los cincuenta) y el 69% de la generación silenciosa (de la preguerra). Y si bien en general se alejan de las instituciones tradicionales, la desafiliación a las religiones es la más alta de toda la historia: 29% se declara sin religión alguna, lo que en un país de altísima religiosidad como lo fue Estados Unidos es muy significativo.

Ahora, la tendencia liberal es muy marcada: el 69% cree que la marihuana debe legalizarse, el 68% considera que el matrimonio entre personas del mismo sexo debe permitirse, el 56% que el aborto debe legalizarse, el 55% considera que a los inmigrantes ilegales se les debe permitir quedarse en Estados Unidos y aplicar a la ciudadanía. Son una cifras diferentes e inclusive opuestas a las que registran los estudios que incluyen a las generaciones mayores de 33 años, lo que quiere decir que los cambios que vienen son enormes, rupturas más bien, puesto que la distancia mental entre los milenarios y las generaciones anteriores es extensa.

La manera de ver las instituciones es donde con mayor contundencia se aprecia el cambio que se avecina. Cuando los milenarios asuman el poder en sus distintas modalidades públicas y privadas, será cuando expresen su manera de ver el mundo en cambios concretos en las instituciones que controlen y en los sitios donde desplieguen su conocimiento y creatividad. En el estudio, el 50% de los milenarios se clasifican como independientes en términos políticos. La tendencia es a creer cada día menos en los partidos y organizaciones políticas, algo que también ya es evidente en toda América Latina. ¿Quiere decir esto que le actual sistema de partidos clientelistas o corporativistas tiende a desaparecer? Lo más probable es que si, y que los milenarios acoplen una modalidad de acción política que ya se vislumbra en las movilizaciones a través de las redes sociales donde los partidos tradicionales son simples espectadores en extinción.

A esta tendencia es importante sumarle algo que sorprende a los neoliberales y a los conservadores en general: el 54% de los milenarios estadounidenses creen que el Estado debe responsabilizarse de que todos los ciudadanos estén amparados por los

servicios de salud. Y un 53% prefiere un gobierno más grande con más servicios en vez de los estados encogidos con servicios limitados que resultaron de la exacerbación del mercado como fuente de equilibrio social. Los republicanos están en shock. Pero lo que hace valedera esa tendencia, es que los milenarios padecen de tasas de desempleo y de pobreza más alta que las de las dos generaciones anteriores, al igual que reciben menos ingresos y por supuesto disfrutan de menor riqueza.

Ahora, es importante resaltar que a pesar de que viven épocas más difíciles que las generaciones anteriores, son mucho más optimistas de que su futuro económico va a ser sólido. Confían en su propia capacidad. También es clave entender que la generación nueva está compuesta por una amplia variedad de razas y que los blancos originales de Estados Unidos ya no son dominantes, lo que explica l tendencia liberal y a buscar un estado que provea más servicios.

En otro hallazgo, el alejamiento de las instituciones incluyendo las religiosas va de la mano con un auge de la desconfianza, que es parte fundamental de la construcción de capital social. La pregunta formulada es si el encuestado cree, en términos generales que hoy puede confiar más en la gente o si por el contrario debe cuidarse mucho al tratar con la gente. La respuesta: sólo el 19% cree que la gente es confiable. La generación X marcaba el 31%, los babyboomers el 40% y la silenciosa el 37%.

En parte esa desconfianza surge de un fenómeno evidente. Los milenarios son la primera generación que nace completamente digital. Nacieron con Internet, móviles, redes sociales, sin tener que adaptarse a ellas como le tocó al resto de la humanidad. Esta manera de relacionarse con el mundo, en parte explica algunos de los cambios anotados en los párrafos anteriores. Por ejemplo, una generación que interactúa de manera virtual antes que por relaciones interpersonales, cara a cara, tiende a ser desconfiada del otro, porque conoce mucho menos a los individuos en este universo real. Es decir, la confianza de los milenarios en las generaciones mayores decrece en la medida en que no saben cómo relacionarse con los vejetes mayores de 35 que están por fuera de su mundo natural, que es el digital.

Sin duda, es indispensable entender cómo funciona la mente de los milenarios, hacia donde van, pues sus tendencias presagian grandes ajustes en la sociedades, tanto frente a la forma de gobernar, como a la de relacionarse entre los distintos grupos, donde la tolerancia marca la pauta. El abandono de las religiones y los partidos políticos, va de la mano –por ejemplo- con un alejamiento de las banderas ambientalistas, lo que indica que los cambios van a ser también en los temas que serán prioritarios en la agenda pública que imponen día a día los milenarios.

Ramón Jimeno

Para quienes deseen ver el estudio del Pew Research Center:

6 new findings about Millennials

Key takeaways from the Pew Research Center survey, “Millennials in Adulthood.”